A menudo los lunes me dan miedo y los domingos vértigo. Supongo que tiene que ver con el principio y el final. O algo así.
No te necesito. Pero los días de sol, cuando me sobra el mundo y no necesito nada, me gusta tenerte cerca.
No te necesito en absoluto. Pero cuando estoy sola me gusta estar contigo.
Han pasado ya siete ciervos por debajo de mi ventana y he pensado que me gustaría ver el ocho contigo. El ocho cuando se cae es el infinito, como tú.
Hoy es lunes pero no tengo miedo. Ha empezado el verano. No hay principio. Ni final.
No te necesito en absoluto. Pero cuando estoy sola me gusta estar contigo.
Han pasado ya siete ciervos por debajo de mi ventana y he pensado que me gustaría ver el ocho contigo. El ocho cuando se cae es el infinito, como tú.
Hoy es lunes pero no tengo miedo. Ha empezado el verano. No hay principio. Ni final.

No hay comentarios:
Publicar un comentario